Actualizado el lunes, 28 octubre, 2024
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Sevilla, con su rica historia y vibrante cultura, es una ciudad que ofrece una amplia variedad de barrios, cada uno con su propio carácter y encanto.
Uno de estos barrios es Juan XXIII, una joya escondida que merece ser descubierta.
Situado en el distrito de Cerro-Amate, Juan XXIII limita con los barrios de Rochelambert, Su Eminencia y la barriada Federico García Lorca de Palmete, ofreciendo una ubicación privilegiada y accesible.
Mi conexión personal con Juan XXIII es profunda y llena de recuerdos.Recuerdo cómo el autobús del colegio me dejaba los viernes en la confluencia entre la Avenida de los Gavilanes y Puerto del Escudo para ir a casa de mi abuela, y cómo solía tomarlo desde ese mismo punto para regresar al colegio al mediodía.
Además, he pasado muchos momentos jugando al fútbol en el colegio Altair, lo que me permitió conocer aún más el barrio y su comunidad.
Historia y Origen del Barrio
El barrio de Juan XXIII fue proyectado a raíz de la riada del Tamarguillo de 1961, y su construcción comenzó poco después de la muerte del Papa Juan XXIII, en 1963.
El Papa Angelo Giuseppe Roncalli, conocido como Juan XXIII, fue un hombre de origen humilde que se ganó el apodo de «El Papa Bueno«.
Su espíritu sigue vivo en este barrio que lleva su nombre, desde la plaza central hasta la parroquia de la Anunciación de Nuestra Señora y San Juan XXIII, y el Centro de Día Municipal de Atención e Incorporación Sociolaboral en Adicciones.
Ambiente y Comunidad
Una de las características más destacadas de Juan XXIII es su fuerte sentido de comunidad.
Los vecinos se conocen y se apoyan mutuamente, creando un ambiente familiar y seguro.
Las plazas y parques del barrio son lugares comunes donde se reúnen las familias, los niños juegan y los mayores disfrutan de la tranquilidad del entorno.
Destaca el Parque Amate, a través del cual, conecta con la barriada de Santa Aurelia.
Además, la Virgen de la Anunciación sale en procesión por las calles del barrio cada mayo, un evento que refuerza el espíritu comunitario y la tradición local.
Servicios y Conectividad
Juan XXIII está bien equipado con una variedad de servicios que facilitan la vida cotidiana.
En el barrio, se pueden encontrar tiendas de comestibles, farmacias, centros de salud y colegios como el Colegio Público Juan XXIII.
La conectividad es excelente, con varias líneas de autobús que incluyen las líneas 24, 52, A4 y 25, la parada de metro de Amate y el fácil acceso a la SE-30.
Además, el barrio está cerca del Parque Amate y del Centro Deportivo Amate, proporcionando amplias opciones para el ocio y la actividad física.
Vivienda y Oportunidades Inmobiliarias
La evolución del barrio de Juan XXIII en cuanto a vivienda es fascinante. En 1964, se completó la construcción del primer grupo de viviendas, compuesto por mil «casitas bajas» de dos plantas, con fachadas blancas impecables.
Estas viviendas estaban organizadas en cuadrantes, formando un diseño en forma de aspa.
Dos años después, en 1966, se añadieron quinientas viviendas más en unidades de cuatro plantas, conocidas como «los colectivos«, y cuatro torres de once plantas, conocidas como «las torretas«, que se elevan sobre soportales.
La plaza central del barrio concentra la mayoría de los servicios esenciales, incluyendo locales comerciales, galerías, el Colegio Público Juan XXIII y la Parroquia de la Anunciación de Nuestra Señora y San Juan XXIII.
Originalmente, las casas eran de propiedad municipal, pero con el tiempo, fueron adquiridas por los vecinos, quienes comenzaron a personalizar sus viviendas.
Estas modificaciones han dado lugar a un interesante contraste visual, donde la uniformidad inicial ha dado paso a una variedad de estilos en las fachadas.
Sin embargo, la estructura y el espíritu del barrio han permanecido constantes, manteniendo su esencia comunitaria.
El barrio de Juan XXIII se divide en varias zonas, cada una con su propio carácter.
Además de las casitas originales, encontramos áreas como El Trébol, La Atalaya y La Rosaleda, esta última ubicada en la Avenida Doña Francisquita.
El Trébol y La Atalaya, situados junto a la calle El Barbero de Sevilla, comenzaron a edificarse a finales de los años sesenta en terrenos que anteriormente eran descampados.
La parte más antigua de El Trébol, conocida como «Grupo Atalaya», incluye tres bloques que hacen esquina con la carretera de Su Eminencia.
La urbanización Amatesa, promovida en 1969, incluye estos bloques y otros de mayor altura. La zona está atravesada por la avenida de La Calesera y la calle Eva Cervantes, que concentra la mayoría de los comercios y bares del barrio.
Aunque los bloques generan una alta densidad de ocupación y problemas de aparcamiento, la comunidad se beneficia de un abundante arbolado y espacios ajardinados, mantenidos en gran parte por los vecinos.
Un Barrio en Crecimiento
Juan XXIII está experimentando un desarrollo continuo, con mejoras en infraestructuras y servicios que aumentan la calidad de vida de sus residentes. conocidas como «las torretas», que se elevan sobre soportales.
Conclusión
El barrio de Juan XXIII en Sevilla es una opción encantadora para aquellos que buscan un lugar con una fuerte comunidad, buenos servicios y una calidad de vida excepcional.
Con su rica historia, ambiente acogedor y oportunidades inmobiliarias, Juan XXIII es un barrio que merece ser considerado por quienes buscan un nuevo hogar en Sevilla.